La agonizante y precaria situación actual de la cultura, y en nuestro
caso, la del sector musical en el cual tenemos centrada nuestra actividad,
nos deja contadas con los dedos de una mano las citas a las que podemos
acudir. Un nuevo y fino brillo de luz se nos mostraba en el horizonte con
la presentación de Nacho Vegas, en Madrid, de su último
trabajo "Oro, Salitre y Carbón".
El Teatro Nuevo Alcalá fue el sitio elegido para la
puesta de largo del nuevo disco y para, de alguna manera, inaugurar una
nueva etapa y un nuevo tiempo dentro de la carrera del músico. A pesar
del importe de las entradas, no eran especialmente populares los 27€
del patio de butacas, el teatro se llenó, ya que Nacho cuenta con una
buena parroquia de seguidores en la capital.
Otra de las incógnitas que nos generaba la noche era ver como se
manejaba el astur lejos del abrigo de gran parte de la banda que le ha
acompañado en los últimos años y que ahora forman León Benavente. Como el propio Nacho ha comentado en
alguna entrevista últimamente, una de las mejores bandas actuales de
rock español.
Entre otras muchas cosas que nos ha traído el covid, las medidas de
seguridad del recinto la reducción de aforo, la distancia social y el
seguimiento de las normas, hizo que la entrada del publico fuera más
lenta de lo normal y el comienzo del show se tuvo que retrasar 20 minutos
hasta que todo el mundo estuvo acomodado en su asiento.
Eran las 21.19h del sábado 24 de Octubre y NACHO VEGAS
volvía a subirse a un escenario de la capital, tras el espectacular y
emotivo concierto de despedida de "Violetica" (y algo
más) en el Teatro Circo Price dentro del Inverfest. Un escenario sencillo con solo cuatro
maniquíes en los que se podía leer la palabra "FAKE", al igual
que hemos visto en el video de "Fabulación". A
última hora, como ya sabíamos, Joseba Irazoki se ha
tenido que bajar de la gira por el covid, y se ha incorporado un nuevo
guitarrista que ha tenido que hacer un esfuerzo enorme para aprenderse el
set list en tiempo record.
Los acordes de "Cuando te canses de mi" empezaron a sonar y
Nacho se situaba al borde del escenario, esta vez sin su habitual copa de
vino blanco, para empezar con el concierto. "Luz deagosto en Gijón" y "Nuevos planes, idénticas estrategias" siguieron
abriendo el infinito y sinuoso mundo musical del asturiano en la noche de
Madrid.
Vimos a un Nacho muchísimo más hablador que en cualquier
otro concierto, contando anécdotas, más personal a la hora de
hablar de la persona de cabellos plateados que echaba mucho de menos encima
del escenario o de los sucesos caseros de Luis que casi le
impiden también estar en el show. Eso si, también vimos a un
Nacho, casi, sin ninguna referencia política sobre nada en toda la
noche y mira que lo tenía fácil para poder disparar a diestro y
siniestro unas cuantas palabras bien afiladas.
Ser Árbol, Miss Carrusel, Desborde
y Brujita, la única canción de amor que ha escrito,
empezaban a dibujar el sentido de la noche. Quizás sea ya la
costumbre, han sido muchos años viendo a Nacho y a su banda encima del
escenario, pero teníamos algo de sensación de soledad sobre las
tablas. Llegaba la parte central de la noche y con ella temas de peso comoDías extraños, Fabulación, Como hacer crack y La pena o la nada, el que para mí fue el momento
más brillante del show.
Así llegamos al primer y único bis de la noche. Tres fueron los
temas elegidos para este último acto. Ocho y medio lo
comenzó y La gran broma final dio la despedida a la
noche.
Una hora y media exacta duro el repertorio elegido para la ocasión.
Seguramente sean tantas las ganas de música en directo que tenemos,
sean tantas las ganas de volver a sentirnos vivos (aunque sea con
mascarilla) y sean tantas las ganas de volver a emocionarnos, que
quizás se nos quedaron un poco cortos los 90 minutos de concierto.
Quizás echamos de menos temas como La
Ultima Atrocidad, Crímenes Cantados, El Hombre que casi
conoció a Michi Panero, Polvorado
o Taberneros.
Te esperamos pronto NACHO VEGAS.