Un escenario cuadrado a 360º, en medio del Wizink Center, flanqueado
por todos sus lados por filas de 2 sillas y su correspondiente mesa,
perfectamente alineadas y con la distancia de seguridad que marca la norma,
esperaba a IZAL. Un choque para nuestros sentidos ver así el
escenario, con un montaje mínimo, lejos de lo que vimos la última
vez en este mismo recinto, pero esta mal llamada nueva normalidad no da
para más. Esto sin quitar la inmensa duda que personalmente
teníamos, vista la situación en Madrid y el maltrato que se le
está dando a la cultura en esta pandemia, que se pudiera llegar a
celebrar el show y que no hubiera una cancelación gubernamental del
mismo.
IZAL
, un grupo que ha crecido de manera brutal en 10 años y que se ha
convertido en uno de los referentes de la música nacional, se
batía en duelo en un terreno lejano de sus posesiones habituales. Esta
vez no había 15.000 personas llenando el Pabellón, esta vez no
había 40.000 personas llenando un festival, esta vez no había un
escenario de grandes dimensiones y tampoco había un juego de luces y
pantallas que acompañaran al show. Esta vez había un formato
básico, un escenario pequeño y el talento de los 5 músicos
para hacer brillar un concierto diferente.
El concierto ha sido un soplo de vida en una cotidiana y gris realidad. Han
sido 18 los temas que han compuesto el set list de la noche, quizás
alguno menos que en los formatos habituales, pero que también ha
dejado espacio para escuchar y recuperar algún tema de los no
habituales como "Santa Paz".
La banda entro por una de las puertas laterales y fue caminando hasta el
escenario, cual paseíllo torero, para situarse cada miembro del grupo
mirando a cada uno de los frentes del Palacio. "Despedida" y "Pánico practico" abrían la noche del 5º Palacio de
los Deportes de Madrid para IZAL. Un Mikel más
hablador que de costumbre, para algo estábamos "entre amigos" no paro
de girar por el escenario para que todos los asistentes tuvieran su trocito
del frontman.
Desde luego que este formato sentados y distanciados de concierto es frio y
muy raro, para lo que estamos acostumbrados a vivir, pero Izal
consiguió que en un formato tan desnudo y atípico, que el show
tuviera ritmo y que te tuviera enganchado tema a tema, deseando escuchar el
siguiente. No faltaron clásicos como "Tu continente", "Copacabana", "Que bien" o "Arte moderno".
Como bien dijo Mikel, si los bises ya preparados de antemano quedan un poco
regular en los Shows, que decir si el grupo se queda a pie de escenario a
la vista de todo el mundo. Pero estas son cosas de la nueva normalidad
musical. La traca final llego de la mano de "Palos de ciego", "Pausa" y "La mujer de verde".
Gracias a la música, gracias a la cultura, gracias al trabajo de la
banda, a la organización y los equipos técnicos humanos, se
volvió a demostrar que este sector está a la atura. Es más,
da un ejemplo, del que bien podrían aprender algunos, para no tener a
profesores hacinados en las calles durante horas al sol de Madrid o a
humildes trabajadores hacinados en metros que se ven obligados a usar cada
día para ir a su puesto de trabajo.